
La recuperación de las figuras de mujeres históricas se produce en un elevado número de obras contemporáneas. En algunas es un gesto conscientemente feminista, en otras seguramente no, pero nace de un clima ávido por conocer un pasado propio que, bien era desconocido, bien había sido narrado en términos inequívocamente masculinos.
Algunas de las figuras que se recrean en este libro formaron parte de la Historia en el sentido tradicional, aunque a veces lo hayan hecho como consortes o subordinadas. Así sucede con María de Magdala, Hildegart von Bingen, Teresa de Jesús, Elisabeth de Austria-Hungría. Otras, como Harriet Tubman, tuvieron un papel heroico en el devenir de su país, pero fueron olvidadas hasta fechas recientes, recuperadas por la labor arqueológica feminista. El resto son semidesconocidas cuya vida diaria se reconstruye en textos literarios por su singularidad o por todo lo contrario, por su representatividad de actitudes sociales profundamente marcadas por la discriminación por género.