
El día 8 de marzo de 1996 el periódico
El Mundo publicaba un artículo que llevaba por título «Aquel 8 de marzo... que nunca existió». En él se afirmaba que no existía ninguna confirmación documentada del hecho histórico que había motivado el nacimiento del Día Internacional de la Mujer, al menos del que extendidamente se creía que era el origen del 8 de marzo: el incendio de una fábrica textil de Nueva York en ese día del año 1908 ocasionado por su propietario quien, ante el encierro y declaración de huelga de sus empleadas, había decidido prender fuego a la fábrica con ellas dentro, ocasionando un elevado número de muertes.
A la vista de tales afirmaciones, que echaban por tierra el mito del 8 de marzo admitido en todos los círculos feministas, nos propusimos clarificar los orígenes de la celebración anual de una fecha tan cargada de significado para el movimiento feminista como es la del Día Internacional de la Mujer, desterrando los falsos mitos que sobre ellos se habían creado. Así mismo, pretendimos rescatar del olvido histórico a las mujeres que lo habían hecho posible, a la vez que explicar y determinar los verdaderos acontecimientos que habían motivado la elección del 8 de marzo para llevar a cabo ese propósito.