Ni putas ni sumisas, de Fadela Amara

Conferencia de Amelia Valcárcel: Fundamentalismo religioso y las mujeres: las razones del manifiesto 'Ni putas ni sumisas'

Ni putas Ni sumisas, fue el eslogan, voluntariamente provocador, con que un puñado de chicas de barriadas obreras lanzó un manifiesto denunciando el machismo y la violencia masculina. El detonante fue el asesinato de Sohane, una joven de dieciocho años que fue quemada viva en un sótano de Cité Balzac. Hermosa e insumisa, Sohane había pagado con la vida su negativa a plegarse a las normas de funcionamiento de la barriada.

El libro, nacido al calor del movimiento, es la reflexión de una mujer joven, de origen magrebí nacida y nacionalizada en Francia, sobre los problemas que afectan a las jóvenes de su generación que, como ella, viven en las ciudades industriales, crecidas con la emigración y el desarrollo económico de los años sesenta. Fadela Amara nos transmite el testimonio de otras jóvenes que como ella comprueban como, en pleno siglo XXI y a pesar de los avances del feminismo, las mujeres jóvenes tienen dificultades para ser consideradas y tratadas de manera igualitaria por los hombres de su entorno. Fadela Amara describe y denuncia el acoso ciertos muchachos de las barriadas -entre los que se encuentran muchos jóvenes cercanos al integrismo religioso y político- sobre las jóvenes que pretenden vivir con libertad e independencia. Las cuales en muchos casos son mujeres cercanas, hermanas, novias o amigas, que se sienten amenazadas por la sospecha de los que las consideran putas, por no ser sumisas, como se les demanda.

Ni putas ni Sumisas describe la voluntad liberadora de un libro que nos habla de inmigración, mujeres musulmanas, del feminismo institucionalizado, del multiculturalismo y del universalismo, de la laicidad en la escuela, de los barrios como guetos. Nos cuenta también la historia de un movimiento que ha tenido gran repercusión en Francia y que entre otras cosas ha contribuido efectivamente a la promulgación de la llamada "ley del velo".

La edición española ha sido prologada por Amelia Valcárcel y contiene un apéndice sobre los problemas que estamos viviendo ya en España, sin querer apercibirnos. El libro constituye un aviso para navegantes.